¿Vale la pena tener una flota propia para la distribución de productos?
Reducir los costos de transporte durante la distribución de productos es uno de los principales objetivos de las empresas. Esto ayuda a incrementar la rentabilidad del negocio y hacer que la empresa sea más competitiva en el mercado; pero, ¿cómo se puede hacer esto?
Por supuesto que contar con una flota propia puede ser ventajoso, si tienes una distribución de productos constante con una frecuencia estable; si tienes garantía de uso o de demanda por cada unidad, puede ser buena idea realizar una inversión y contar con flota propia. Sin embargo, esto no deja de representar un gasto fuerte en el desembolso del capital inicial, más las rentas de los créditos o arrendamientos que utilices para comprar tu flota, los costos de mantenimiento y los costos de que deberás implementar para garantizar que tu flota esté en buenas condiciones.
Para que la flota de una empresa sea económicamente viable, hay que realizar un estudio del historial de fletes efectuados y previsualizar número de servicios. De lo contrario probablemente no valga la pena.
Los retos de optar por una flota propia
Como imaginas, el mantenimiento de una flota propia para la distribución de productos puede interferir y dificultar reducir los costos de transporte y logística. Te compartimos los que juzgamos son los principales problemas al respecto.
Capital
Falta de capital de trabajo: otro problema importante al que se enfrentan las empresas (sobre todo Pymes) que necesitan constantemente una distribución de productos, es la falta de “capital de trabajo”. Si las empresas no tienen solvencia para pagar los sueldos, combustible y mantenimiento, difícilmente tendrán el capital para la inversión inicial de comprar un transporte nuevo. Sin mencionar el software de gestión y optimización de ruta (incluyendo operador) y todos los imprevistos que puedan surgir con el vehículo (licencias y permios, multas, accidentes, seguros, etc.).
Devaluación de activos: se debe hacer lo posible para que el costo de la flota se transfiera a los productos que consume el cliente, que los clientes “mantengan” la flota, por así decirlo. Sin embargo, sin una buena administración, estrategia y trabajo correcto, se corre el riesgo de asumir costos, lo que puede representar un desafío o incluso una amenaza para la salud financiera de la empresa.
Las empresas que cuentan con su propia flota, están más sujetas a este riesgo que aquellas empresas que deciden subcontratar el transporte y logística, ya que están asumiendo al 100% todo el proceso de gestión, distribución de productos y mantenimiento de la flota.
Costos de mantenimiento: cuando se tiene una flota, evidentemente resulta necesario contratar personas y también asumir los gastos de mantenimiento del o los vehículos. Esto termina siendo un costo adicional para la empresa.
Es necesario contar con un equipo de mantenimiento, ya sea integrado por un mecánico contratado o un profesional subcontratado. Por consiguiente, debes considerar que el mantenimiento de una flota requiere dinero disponible y buena gestión de operación, para garantizar eficiencia operativa de las unidades.
Tiempo
Estacionalidad: es un punto que se destaca debido a lo desafiante que puede resultar. Básicamente implica los periodos de tiempo de baja demanda de distribución de productos que deja inactiva la flota, lo que aumenta considerablemente los costos operativos.
Dimensionamiento de activos: el dimensionamiento de los activos también está estrechamente vinculado a la estacionalidad. En tiempos de alta demanda de distribución de productos será más fácil escalar la disponibilidad de vehículos para satisfacer las solicitudes de los clientes. Sin embargo, en periodos bajos, el gerente necesita ir más allá de otros fletes si no quiere mantener los vehículos detenidos. Todo ello sin contar la inactividad de los camiones que siempre regresan vacíos a la empresa.
¿Es mejor la subcontratación para la distribución de productos?
Para la mayoría de empresas sí, ya que quien debe preocuparse de los retos mencionados es el proveedor del servicio, no tú o la empresa. Con esto puedes enfocarte en el objetivo principal, que es la operación de tu negocio sin preocuparte por la gestión de la distribución de productos.
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